Llévame a la luna

He estado formando astronautas en la Agencia Espacial Europea (ESA) desde 1992, cuando era ingeniero informático y les enseñé tecnología de la información. Gradualmente tomé varios tipos de entrenamiento y ayudé a diseñar posibles misiones humanas a Marte, así como misiones de exploración de cuevas lunares.

Esta foto fue tomada en 2018 en Lanzarote, parte de las volcánicas Islas Canarias de España. Allí hay poca vegetación, por lo que es un fantástico análogo de la Luna y Marte. Nos reunimos aquí después de una simulación lunar en la que los astronautas aprendieron a identificar y recolectar las muestras de rocas más interesantes para el estudio de la historia geológica. Fue parte de un curso de campo de tres semanas que la ESA introdujo en 2016 y que prepara a los astronautas para observar características geológicas.

Hicimos sesiones de entrenamiento en los fiordos de Noruega; en el cañón de Bletterbach en los Dolomitas, noreste de Italia; y en el sitio del cráter de impacto Nördlinger Ries en el suroeste de Alemania. En sitios como estos, los astronautas aprenden a seleccionar las mejores muestras de rocas posibles para traerlas de regreso a la Tierra. Solo tenemos 300 kilogramos de rocas de la Luna, que aún se están analizando. Es como tener oro con estas rocas para estudiar el origen de nuestro sistema solar.

Desde 2011, también lidero un programa en el que un equipo de hasta seis astronautas pasa seis días y noches aislados en cuevas en la isla italiana de Cerdeña o en Eslovenia. Los astronautas están solos y, a veces, tienen que atravesar pasajes estrechos, pero yo los sigo con instructores de seguridad, un médico y operadores de video para monitorear su bienestar. En el espacio, cuanto más lejos están de la Tierra, más responsables son de su propia seguridad.

Las rocas de la Luna y Marte brindan una ventana a los primeros mil millones de años de la Tierra, de los cuales solo tenemos registros localizados raros. Necesitamos astronautas para aprovechar al máximo cada oportunidad de recuperar parte de la historia de la Tierra.