Cinco lecciones de la lucha de los movimientos feministas argentinos por el aborto legal
En este contexto, los movimientos feministas en Argentina han tenido que repensar sus estrategias. Ruth Zurbriggen, l’une des fondatrices de La Revuelta (La Révolte), un collectif féministe qui accompagne les avortées, m’a dit : « Les mouvements féministes en Argentine ont une place, une place qui est la nôtre – et c’est En la calle. Un lugar de reuniones, celebraciones y demandas.
Asimismo, Carolina Comaleras de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, declaró que “las calles nos alimentan”. Es en las calles donde “producimos políticas heterogéneas y transversales”, declaró Luci Cavallero del movimiento feminista Ni Una Menos.
Pero incluso sin «las calles», el El mar verde no previno. Se reinventó a sí mismo y encontró formas creativas de articular y hacer avanzar la lucha. Como Cecilia Palmeiro, de Ni Una Menos, dijo: «Tenemos el vocabulario y las herramientas para comprender lo que está sucediendo y […]… para encontrar formas de resistir [……] y fortalecer nuestras redes.
Cinco estrategias para avanzar
Los movimientos feministas argentinos han adaptado y modificado algunas estrategias existentes para hacer frente a los desafíos planteados por la pandemia. He identificado y descrito cinco a continuación:
1) Desarrollar la movilización online
Ya estaban usando herramientas virtuales, pero la necesidad de espacios virtuales y participación en línea aumentó dramáticamente durante la pandemia. Hubo talleres virtuales, debates, vigilias, manifestaciones y celebraciones. Escuelas y universidades se sumaron al proyecto, ofreciendo cursos sobre aborto desde perspectivas legales, sociales y médicas. Las actividades virtuales se llevaron a cabo casi todas las semanas, atrayendo a cientos de participantes y llegando a grupos nuevos y diferentes.
2) Continuar y expandir la atención y el apoyo al aborto
Destacaron la necesidad de redes de apoyo durante la interrupción del embarazo. Como resultado, a pesar del cierre, estas redes no solo continuaron con su invaluable trabajo, sino que el número de voluntarios que se unieron a ellas aumentó dramáticamente. Además, estos movimientos feministas han presionado al gobierno para que emita permisos para que las mujeres embarazadas puedan acceder a los servicios de aborto legal.
3) Refinar las estrategias de cabildeo
En 2018, el proyecto de ley sobre el aborto fue aprobado por la Cámara de Representantes de Argentina pero no fue aprobado por el Senado. Mauricio Macri, entonces presidente, también se opuso al proyecto de ley. Extrayendo lecciones de esta experiencia, los movimientos feministas han aumentado la presión sobre el Senado y el nuevo presidente, Alberto Fernández, a favor del proyecto de ley.
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