Pandemia de agua
La ONU ha advertido que después de la pandemia de Covid-19, la sequía en todo el mundo podría convertirse en la crisis más grave que enfrenta el mundo. La ONU ha dicho que a medida que se acelera el calentamiento global, al menos 130 países corren el riesgo de sufrir una grave escasez de agua, mientras que otros 23 podrían verse afectados por la escasez de agua de una forma u otra. Ya se registraron pérdidas de $ 124 mil millones entre 1998 y 2017 debido a la escasez de agua con 1.5 mil millones de personas en varios países afectados. Los países más afectados podrían estar en África occidental, Oriente Medio, América del Sur, partes de los Estados Unidos, el sur de Europa y también otras partes del mundo.
Los institutos que monitorean la situación global del agua dicen que el «Día Cero» puede llegar a países en muchas partes del mundo. Este es el día en que los grifos se estaban secando, sin agua disponible para uso doméstico, agrícola o comercial. Ciudad del Cabo en Sudáfrica se acercó a ese día hace unos años, y otras naciones pueden seguirlo. El Foro Económico Mundial también dijo que una de las razones de la baja inversión empresarial en el sur de Asia es la escasez de agua que experimentan los países de esta región. El agua es entonces un bien que simplemente no podemos permitirnos ignorar. Ahorrar agua y reservar las fuentes disponibles en el planeta y en nuestro propio país debe convertirse en una prioridad. Este no es el caso en este momento, no mucha gente sabe lo preciosa que es el agua y cuánto sufriría la vida si se la sacara. La sequía provocará hambrunas y enormes cambios en el estilo de vida a los que muchas personas de todo el mundo se están adaptando actualmente.
El problema debe abordarse a nivel mundial, al igual que la pandemia de Covid-19, al menos hasta cierto punto. Sin embargo, los países más ricos deben reconocer su responsabilidad hacia aquellos con ingresos más bajos. La equidad es vital para resolver la crisis del agua. Si queremos lograr esto y superar las fuerzas que impulsan las emisiones más altas, el aumento del calentamiento y la pérdida de recursos, debemos actuar con rapidez. Queda muy poco tiempo. Las personas y los gobiernos de todo el mundo ya han perdido demasiado tiempo. No hay lugar para más pérdidas ni para más complacencia. Deben acelerarse los esfuerzos para preservar los glaciares y detener el calentamiento global y el cambio climático. Es una responsabilidad que los países más ricos del mundo, que producen las peores emisiones, tomen la iniciativa. Si fallan, fallarán al mundo y a la humanidad para evitar otra pandemia que podría amenazar la vida y la seguridad de todos los que viven en el planeta Tierra.
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