Científicos chilenos estudian el cambio climático en el «fin del mundo»
ÚLTIMO BASTIÓN DE LA BIODIVERSIDAD
Desde el punto más alto del barco, el biólogo marino Rodrigo Hucke, uno de los 19 científicos de la expedición, pasó horas escaneando la superficie del agua.
Al divisar una ballena a lo lejos, daba la señal y luego se lanzaba a una pequeña lancha a motor para intentar acercarse lo más posible al enorme mamífero con el fin de recuperar sus excrementos, con el objetivo de buscar cambios en su dieta.
Hucke dice que ha habido una falta histórica de acción por parte de los gobiernos en lo que respecta a los océanos, que cubren el 70% de la superficie del planeta.
Espera que la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la COP27 en Egipto, marque una verdadera transformación global en la forma en que se gestionan los océanos.
“Todo eso tiene que cambiar en 2022 y tiene que haber una decisión concreta para avanzar hacia políticas profundas de cambio en la forma en que los humanos hacemos las cosas”, dijo Hucke.
Teme que esta región se convierta algún día en «uno de los últimos baluartes de la biodiversidad de la Tierra».
Después de la misión de nueve días, llegó el momento de volver a los laboratorios para analizar la información recopilada.
“Creo que somos la voz de lo que la naturaleza no puede decir”, dijo Wilson Castillo, un estudiante de bioquímica que, a los 24 años, era el miembro más joven de la expedición.
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