Venus ultra ventoso impulsado por una superficie abrasadora, según un estudio
El paisaje infernal de Venus está creando algunos efectos interesantes en la atmósfera superior del planeta, según ha descubierto un nuevo estudio.
Las temperaturas de la superficie en este planeta promedian cerca de 900 grados Fahrenheit, con nubes que atrapan el calor contra el planeta y crean un efecto invernadero descontrolado. Aunque esto es bien conocido, sin embargo, el estudio muestra que el calor influye en las partes superiores de la atmósfera.
«Los vientos son cada vez más rápidos a medida que ascendemos a mayores altitudes, pero aún no sabemos por qué», dijo en un comunicado el autor principal del estudio, Pedro Machado, investigador de la Universidad de Lisboa en Portugal. «Este estudio arroja mucha luz sobre eso».
Al rastrear las nubes para estimar qué tan rápido el viento empujaba esas nubes, los investigadores descubrieron enormes diferencias en la velocidad del viento a unas 12 millas de distancia en la atmósfera del planeta. Las velocidades medidas tenían una diferencia de hasta 93 millas por hora, muy por encima de lo que está permitido conducir en el sistema de rutas Autobahn en Alemania.
El trabajo también está en línea con otros estudios que sugieren que el calor de las capas inferiores de la atmósfera de Venus puede transferirse hacia arriba, creando un efecto dominó. La atmósfera inferior, por supuesto, está alimentada por el calor de la superficie, lo que demuestra que las duras condiciones del suelo están penetrando en la atmósfera de Venus.
Las observaciones infrarrojas se realizaron utilizando el Telescopio Nacional Galileo en las Islas Canarias, coincidiendo deliberadamente con los días en que el orbitador Venus Express de la Agencia Espacial Europea observó las nubes del planeta en luz visible.
Una implicación más amplia del estudio, dicen los investigadores, es que muestra cuán bien los telescopios terrestres y las misiones espaciales pueden trabajar juntos para lograr la ciencia. Pero los investigadores instan a realizar más estudios con futuras misiones a Venus para obtener más información.
“Los vientos son cada vez más rápidos a medida que ascendemos a altitudes cada vez mayores, pero aún no sabemos por qué”, agregó Machado. «Logramos estudiar por primera vez la componente vertical del viento, es decir, cómo se transporta la energía de las capas más bajas y cálidas a la parte superior de las nubes, donde conduce a la aceleración de los vientos».
Un estudio basado en la investigación fue publicado el 17 de febrero en la revista Ambiente.