El Parque Nacional Manuel Antonio en Costa Rica inaugura un paseo accesible:
El Parque Nacional Manuel Antonio inauguró una pasarela accesible de 164 metros lineales, que utilizó como materia prima tapones de plástico para su elaboración. Para la construcción de este paseo se recolectaron y procesaron 30 toneladas de plástico. Esta novedad permitirá el acceso a la playa a personas con movilidad reducida.
Ubicado en el cantón de Quepos, en la provincia de Puntarenas, el parque es considerado una de las joyas más preciadas de Costa Rica, ya que alberga una playa paradisíaca.
Ahora, gracias a la Asociación ProParks, Manuel Antonio es más inclusivo y puede ser disfrutado por más personas. La Asociación construyó los dos primeros senderos universalmente accesibles en Costa Rica, en los Parques Nacionales Carara y Santa Rosa, y la primera playa accesible en áreas protegidas, en el Parque Nacional Cahuita en 2019.
Rocío Echeverri, directora de la asociación ProParks, dijo que “la campaña de recolección de tapas de botellas es una solución para reutilizar un material que no todos los recicladores reciben y que lamentablemente llega a ríos y mares. Esta materia prima nos permite ofrecer la posibilidad de crear plástico madera que es fundamental para nuestro proyecto.
La Asociación es una organización sin fines de lucro conformada por académicos, conservacionistas y empresarios, quienes comparten el compromiso de fortalecer los parques nacionales de Costa Rica y su sostenibilidad en el futuro. Implementan proyectos que van desde mejorar las habilidades de los guardabosques hasta desarrollar y aplicar plataformas tecnológicas que enriquecerán la experiencia del visitante y construirán infraestructura.
Rafael Gutiérrez, Director Ejecutivo del Sistema Nacional de Áreas de Conservación, dijo “encontramos en este proyecto la combinación perfecta entre el reciclaje y la inclusión, que es un tema pendiente y una deuda como país para solucionar la accesibilidad a todos los niveles en nuestros espacios naturales protegidos. áreas .”
Además, este proyecto incluyó la donación de una silla anfibia para permitir a las personas con discapacidad ingresar al mar de forma plena y segura. La silla estaba siendo utilizada por un joven discapacitado que nunca antes había estado en el mar. Su familia fue parte de la campaña de recolección de tapas de botellas y estaba encantada de verlo tener la oportunidad de nadar en el océano por primera vez.
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