Costa Rica culmina con éxito proyecto de etiquetado ambiental:

La Secretaría de Medio Ambiente y Energía, a través de la Dirección de Gestión de la Calidad Ambiental (DIGECA), ha culminado el proyecto de etiquetado ambiental en la región americana. La iniciativa se realizó con la cooperación de PBT Alemania.

El proyecto es de suma importancia ya que hace que el etiquetado de los productos sea más confiable y evita engañar a los consumidores conscientes del medio ambiente que prefieren productos sostenibles. Su objetivo era promover el etiquetado ambiental como un medio para fomentar una economía baja en carbono y contribuir al establecimiento de una economía circular.

En general, las etiquetas o declaraciones ambientales brindan a los consumidores información técnica sobre la huella ambiental del ciclo de vida de los productos o servicios.

Estos sellos se desarrollaron de acuerdo con la infraestructura de calidad de cada país, que en el caso de Costa Rica fue el sistema nacional de calidad.

“El etiquetado es un instrumento que destaca bienes o servicios que se producen con un uso eficiente de los recursos (agua, electricidad, combustible, entre otros) y donde se aplican una serie de buenas prácticas ambientales”, señaló Shirley Soto, directora de Medio Ambiente. Subdirección de Gestión de la Calidad.

También explicó la importancia de estos productos, ya que son, en general, mejores para la naturaleza y contribuyen a la preservación de los ecosistemas.

“Otro elemento importante es que promueve la conservación de la biodiversidad regional, ya que solo los productos o servicios con el mejor desempeño ambiental y el menor impacto ambiental pueden llevar la etiqueta ambiental”, dijo Soto.

Otro aspecto importante fue la creación de la Alianza Ambiental de las Américas (AAA) entre Colombia, Costa Rica y México. El objetivo es crear una plataforma regional común para un etiquetado ambiental confiable, que ofrezca información clara y precisa a productores y consumidores, con base en sistemas oficiales de calidad y certificación reconocidos internacionalmente.

Además, se ha establecido un sistema de acreditación regional para el etiquetado ambiental Tipo I y Tipo III basado en estándares internacionales, la primera iniciativa en la región. El etiquetado Tipo I se basa en un sello, con verificación previa del cumplimiento de un estándar de producto, que incluye un desempeño ambiental superior; mientras que el Tipo III integra datos de la huella ambiental del producto o servicio (impacto de carbono, agua, capa de ozono, etc.).

Los esfuerzos de sostenibilidad ambiental están diseñados para ayudar a las personas, las empresas y los gobiernos (nacionales, regionales y locales) en su toma de decisiones al comprar productos y servicios. También garantizan un menor impacto ambiental, al tiempo que garantizan la fiabilidad de la información ambiental proporcionada sobre estos productos y servicios.

En el segundo semestre de 2022 se inicia otro proyecto regional con fondos de la Unión Europea para ayudar a estos países a consolidar esta iniciativa.