Los costarricenses están preocupados por el alto costo de vida:
El mundo enfrenta una situación compleja y Costa Rica no es la excepción. La crisis económica provocada por la pandemia del COVID-19 ha sido devastadora. El impacto de sus efectos en los hogares costarricenses ha sido severo. Algunas personas se recuperan lentamente, mientras que otras intentan encontrar su camino.
Costa Rica, que ya tenía una economía tambaleante después de varios gobiernos desastrosos, se ha visto golpeada por las consecuencias de los desastres mundiales.
Hay que tener en cuenta que Costa Rica es un país endeudado con un enorme aparato estatal. Esto dificulta y complica la recuperación del país.
En enero de 2022, la Asociación de Ciencias Económicas presentó un análisis de las expectativas de la economía costarricense en 2022. El alto costo de vida, el desempleo y la lucha contra la corrupción fueron las principales preocupaciones de los costarricenses en ese momento.
A junio de 2022, el combustible ha aumentado un promedio de ₡181 en los últimos seis meses. Por ejemplo, en diciembre de 2020, llenar un tanque de 30 litros con gasolina súper costaría 16560₡; en junio de 2022, esta misma cantidad de litros costó ₡21.900, que son ₡5340 más.
El viernes 5 de agosto, la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP) anunció un nuevo aumento en los precios de las gasolinas.
Si bien el conflicto entre Rusia y Ucrania ha afectado los precios del combustible, Costa Rica tiene una tasa impositiva extremadamente alta que lo encarece aún más.
“Mi salario no alcanza”, “todo es demasiado caro”, “ya no puedo comprar toda la lista de la compra”, son algunos de los comentarios en las redes sociales.
Además, muchas personas dijeron que se estaban preparando para un aumento en las tarifas de los autobuses, aunque esto no se anunció. «Me imagino que las tarifas de los autobuses ya subirán», dijo un usuario de las redes sociales en respuesta al aumento de la gasolina.
«Voy a trabajar para pagar la gasolina», dijo otro usuario de las redes sociales.
Con aumentos anteriores en los precios de la gasolina, los dueños de las empresas de autobuses anunciaron aumentos de precios e incluso cancelaron algunos horarios o rutas.
A dónde iremos desde aquí es una incógnita.
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