Los científicos acaban de descubrir que los tardígrados tienen un superpoder extraño
Los tardígrados son bastante buenos para adaptarse a las duras circunstancias ambientales.
En el pasado, Ralph Schill, profesor del Instituto de Biomateriales y Sistemas Biomoleculares de la Universidad de Stuttgart, demostró que los tardígrados secos pueden permanecer ilesos durante muchos años sin beber agua.
Anteriormente se desconocía si envejecían más rápido o más lento cuando se congelaban, o incluso si el envejecimiento se detenía por completo. Pero el enigma ahora está claro: los tardígrados congelados no envejecen.
Los tardígrados, a veces llamados osos de agua, son nematodos. Solo hay una similitud entre ellos y los osos en su modo de andar.
Los tardígrados, que miden solo un milímetro de largo, han evolucionado para ser completamente capaces de adaptarse a las condiciones climáticas que cambian rápidamente y pueden secarse en temperaturas extremadamente altas y congelarse en temperaturas extremadamente frías.
Schill agrega: «No mueren, caen en un sueño profundo».
La teoría de la bella durmiente
Diferentes tipos de estrés pueden resultar de la congelación o desecación de un organismo celular. Sin embargo, los tardígrados no se ven afectados por los extremos de calor o frío.
Ya no muestran signos reconocibles de vida. También plantea la cuestión de qué sucede con el reloj interno de los animales mientras están en reposo y si envejecen.
Ralph Schill y sus colegas abordaron el tema del envejecimiento en tardígrados secos, que pasan varios años en su hábitat esperando la próxima lluvia. En un cuento de hadas de los hermanos Grimm, la princesa cae en un profundo sueño.
Cien años después, un príncipe la besa y cuando se despierta todavía tiene la misma belleza juvenil. Esta teoría a veces se llama la hipótesis de la «Bella Durmiente» porque es válida para los tardígrados en estado seco (el modelo de la «Bella Durmiente»).
El reloj interno se detiene durante los períodos de inactividad y solo se reinicia cuando el organismo revive, según Schill.
Por lo tanto, los tardígrados, que generalmente tienen una vida corta de unos pocos meses sin descanso, pueden vivir muchos años o incluso décadas.
Anteriormente se desconocía si esto también se aplicaba a los animales congelados. ¿Maduran más rápido o más lento que los animales secos, o el envejecimiento se detiene por completo?
Cuando se congela, incluso el proceso de envejecimiento cesa.
Schill y sus colegas estudiaron esto congelando más de 500 tardígrados a -30 °C, descongelándolos, contándolos, alimentándolos y volviéndolos a congelar.
Este proceso se continuó hasta que todos los animales murieron. Los grupos de control se mantuvieron a temperatura ambiente constante al mismo tiempo. La comparación con los grupos de control indicó una vida útil esencialmente igual cuando se excluyó el tiempo de congelación.
Schill agrega: «Entonces, incluso en el hielo, los tardígrados detienen su reloj interno como la Bella Durmiente».
Schill y sus colegas reportado sus hallazgos y metodología en el Journal of Zoology.
Crédito de la imagen: Getty
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