El ADN sedimentario puede influir en la evolución: establecer la transferencia horizontal de genes mediada por minerales como una vía hacia la forma bacteriana
Genómica y biología celular
La transferencia horizontal de genes es uno de los impulsores más importantes de la evolución bacteriana. Tradicionalmente, la transformación por absorción de ADN extracelular no se considera un modo eficiente de adquisición de genes, simplemente porque se considera que el ADN extracelular se degrada en cuestión de días cuando está en suspensión, por ejemplo, en agua de mar.
Sin embargo, se sabe que las superficies minerales conservan el ADN en el medio ambiente, y los estudios de ADN sedimentario antiguo han confirmado que hay cantidades considerables de ADN fragmentado almacenado en los sedimentos de todo el mundo. Recientemente, la edad del ADN almacenado se ha incrementado a al menos 2 millones de años, lo que destaca que los sedimentos representan un rico recurso de rasgos pasados.
Está bien establecido que las bacterias pueden adquirir moléculas de ADN de gran kilobase adsorbidas en superficies minerales. Aquí mostramos que Acinetobacter baylyi puede incorporar fragmentos de ADN de 60 pb adsorbidos en una amplia gama de minerales sedimentarios comunes. Nuestras frecuencias de transformación registradas varían según los tipos de minerales y escalas inversamente con la carga superficial del mineral y la capacidad del mineral para inmovilizar el ADN en un entorno líquido.
Argumentamos que la influencia de las propiedades de la superficie mineral introduce procesos geoquímicos interfaciales como impulsores de la evolución y otorga a los procesos sedimentológicos un papel central en la vía evolutiva de selección.
Taru Verma, Saghar Hendiani, Sandra B. Andersen, Mette Burmølle, Karina K. Sand
Yo: https://doi.org/10.1101/2023.01.24.525235
Astrobiología