Costa Rica tiene mujeres de valor: abogadas y karatecas»…
EN TCRN decidimos resaltar Mujeres Valiosas de Costa Rica aunque diríamos que lo son todos, sabiendo que cada historia es diferente, también lo son sus enseñanzas, incluso los métodos de realizar sus sueños pero tienen algo en común: la valentía.
En esta ocasión, destacamos al abogado catalina rivera , quien también es atleta, experta en kárate especializada en el estilo Kyokushin, razón por la cual ahora ocupa el puesto 20 del mundo y el puesto 17 en la categoría de -55 kg. La joven tica es considerada la mejor de América, pues quienes la superan actualmente provienen de Europa y Asia.
“Estar en el ranking fue una linda sorpresa para mí. Nunca imaginé que estaría en una de las posiciones en tan poco tiempo aquí. Estoy agradecido con Dios, con toda la gente que me ha apoyado, con mis compañeros, con la vida, es solo un paso más, y lo recibo con mucha humildad y mucha motivación para seguir trabajando hacia mi meta, siempre de la mano de los planes que Dios tiene para mí”.
Algunos se preguntarán sobre el Kyokushin, conocido como una de las formas tradicionales de karate-do, su metodología de enseñanza centrada en la técnica, la forma y el combate. Pero esto último se hace gradualmente hasta lograr el contacto total.
Cabe señalar que en el combate no se utiliza más protección que unas finas espinilleras y el ganador del combate es el que reparte más habilidades en dos minutos.
Hablamos con Cata hace unos días para contarnos qué hay más allá de la atleta, conocida por su espíritu ganador y por haber logrado estar entre las mejores del mundo. Al final es solo humana, una mujer que lucha por sus sueños, ha conocido momentos buenos y malos, siempre logrando salir adelante, estudiosa y disciplinada.
Una infancia feliz llena de recuerdos familiares
Rivera es originaria de Cartago, vivió en esta región de Costa Rica hasta el 2011, se casó y se mudó a Curridabat. Con el tiempo se divorció y siguió en Curridabat, hasta decidir marcharse a España, residiendo ahora en Barcelona.
De su infancia, nos cuenta varios recuerdos que le vinieron a la mente, afirmando a su vez ser ¡muy feliz!
Ella recordó ir a reuniones con su papá y juegos con primos y hermanos, “vivíamos en un condominio pequeño, los hermanos de mi papá y nosotros, entonces era hermoso. Estábamos trepando a un níspero en el patio, jugando con pistolas de agua y tirando huevos a las casas de los vecinos”, se ríe.
En cuanto a las enseñanzas de sus padres, Cata señaló que tiene una conexión de otro mundo con su padre, “Tenemos una relación muy bonita y somos muy unidos. Todo lo aprendí de él en la vida, me enseñó a valorar el tiempo y la vida. a tener paciencia, a soltar las cosas que te hacen más pesado en el camino, me enseñó a ser conciliador, a valorar la paz, a creer en mí, a no rendirme, a luchar por mis sueños, a valorarme como una persona.
También considera con nostalgia que de su padre aprendió a ser trabajadora, a entender que las cosas se merecen, que cada paso cuenta, que las personas son valoradas y respetadas, y que también se ofrece ayuda.
Destacó las enseñanzas de su madre, principalmente a no quedarse quieto, a aprovechar cada momento para hacer las cosas que amas, “a ser fuerte, pero también a mostrar el lado cariñoso con las personas que realmente amamos. La lealtad, la honestidad y la sinceridad también son valores fundamentales. Una de las cosas que más aprendí de ella fue el amor y el cariño por la familia y el amor de estar cerca de Dios. “Para ella, los padres eran los ángeles que Dios le dio en la tierra, la razón de ser y la mayor motivación.
¿Estudioso incansable?
Catalina Rivera se define como amante de los estudios y los hechos lo confirman, pues en todo lo que decidió hacer obtuvo menciones honoríficas. Estudió derecho (al igual que su padre) en la Escuela Libre de Derecho, carrera que culminó en 2006. En 2007 inició su primera maestría en la misma universidad, en administración de empresas y derecho.
En 2008 se especializó en notariado y registro de leyes, que ya era obligatorio para ser notario público en Costa Rica.
En 2009, inició su especialización en Resolución Alternativa de Conflictos en la Universidad Interamericana. Se interesó en este campo porque a finales de 2007 realizó un Taller de Negociación en Harvard “durante el cual me di cuenta de que negociar era lo mío. Creo que las personas tienen la capacidad de hablar y resolver disputas sin tener que exponerlas a un tercero para que decidan».
En 2020, durante la pandemia, inició un máster virtual en prevención de riesgos laborales en la Universidad de La Rioja, defendiendo su trabajo final el año pasado (2022). Acaba de realizar una certificación como Chief Happiness Officer de la Universidad de La Rioja, como Promotora de Felicidad Corporativa.
Durante su estancia en España, tampoco desaprovechó la oportunidad de aprender gracias a un nuevo Máster en Responsabilidad y Liderazgo Corporativo en OBS Business School y la Universidad de Barcelona.
Su experiencia en derecho, más allá de sus estudios, viene de trabajar con su padre y colega durante muchos años, desde el 2003 como asistente, hasta el 2018. Luego trabajó en el despacho ASEJUR, luego la llamaron de Consorcio Legal en el 2019 y fue hasta el 2021. Actualmente labora en la firma 0Arias Law y se especializa en derecho laboral
Trayectoria como deportista
Rivera practica Karate Kyokushin desde 2009, lo que hoy toma como una lección de vida, para luego expresar que “nunca es tarde cuando la felicidad es grande”, pues desde niña las artes marciales le llamaron la atención, por su hermano. , que lo vio tomar lecciones de taekwondo. De niña practicó y participó en la natación, luego de adolescente en el tenis, ya su vez, en la escuela también formó parte de los equipos de fútbol, atletismo y baloncesto.
Ha ganado varias peleas, más recientemente el Abierto Británico, así como el Campeonato de España de Kyokushin KWF, donde la karateca costarricense ganó el primer lugar en la categoría de -55 kg.
Fue la quinta participación de Cata en el Campeonato, que reunió a más de 350 competidores, 50 academias de kárate y contó con la presencia de países de cuatro continentes.
¿Hay algún personaje tico o internacional que admires relacionado o no con tu ámbito profesional o deportivo?
Sus padres y hermanos son los principales personajes a los que Cata admira, luego mencionó al Sensei, Jonathan Tineo, “no solo por ser una leyenda del kárate kyokushin, por su calidad como atleta, sino también porque es un gran ser humano, porque de su forma de ser y de su humildad».
Finalmente, otra persona a la que admira es Emma Markwell, luchadora de kárate, campeona mundial, una de las luchadoras favoritas de Catalina. toda la jornada laboral; es una persona maravillosa y un amigo. Es como mi hermana kárate, siempre ha estado ahí para ayudarme y apoyarme, lo cual aprecio».
¿Situaciones difíciles y cómo las manejaste?
A través de la amena conversación que tuvimos con la deportista costarricense, ella nos contó dos situaciones que han marcado su vida en los últimos 16 años. Primero fue una situación familiar según ella, muy dura para todos los integrantes, en la que salieron más fuertes que nunca. Y la otra fue su divorcio, «Nos casamos pensando que es para toda la vida y bueno, por cosas nos damos cuenta que es mejor separarse, que al final no se llegó, que hay que tomar decisiones y empezar una nueva vida». siempre tuve a mi familia para apoyarme y ellos fueron mi apoyo al final, todo lo veo como experiencias necesarias para crecer».
Cata, es sin duda una TicoWoman valiosa, aunque actualmente se encuentra en España. Su historia de vida es el reflejo de una mujer valiente que siempre busca actualizarse, motivarse y ser la mejor versión en todos los campos en los que se desempeña. Para ella, en el caso del karate, “nunca dejará de aprender y mejorar”, dijo que necesita ganar campeonatos (mundiales), por eso está en Europa, trabajando día a día, paso a paso.
Profesionalmente desea contribuir a la creación de empresas saludables y sostenibles, sin olvidar querer realizar su último máster en resolución alternativa de conflictos. ¡Bravo Cata, eres orgullo Tico!
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