Este electrodo en forma de flor podría hacer que la cirugía cerebral sea menos invasiva y ayudar a los pacientes con epilepsia
El dispositivo en forma de flor puede pasar a través de un pequeño orificio en el cráneo y luego desplegarse suavemente para monitorear el cerebro.
Científicos suizos han desarrollado un electrodo de monitoreo cerebral que puede insertarse en un pequeño orificio en el cráneo y luego desplegarse para cubrir un área más grande de la corteza.
Los electrodos corticales se utilizan para controlar y estimular la actividad eléctrica en el cerebro de pacientes con enfermedades como la epilepsia, que provocan convulsiones.
El nuevo sistema, desarrollado por expertos en bioelectrónica del Instituto Federal Suizo de Tecnología (EPFL), está diseñado para registrar información de la superficie del cerebro.
Los investigadores de EPFL comenzaron el proyecto cuando un neurocirujano les pidió que encontraran formas de implantar electrodos en la superficie del cerebro de una manera mínimamente invasiva.
Los electrodos son tan suaves que pueden colocarse justo entre la superficie del cerebro y el cráneo, según los investigadores, quienes dicen que podrían proporcionar soluciones mínimamente invasivas para los pacientes con epilepsia.
“Se nos ocurrió la idea de crear una matriz de electrodos desplegable, lo que significa que debe fabricar la matriz con materiales que sean lo suficientemente adaptables como para poder insertarlos en un contenedor pequeño y luego empujarlos y desplegarlos en la superficie. el cerebro», explica Stéphanie Lacour, neurotecnóloga de la EPFL.
¿Como funciona?
El dispositivo parece una flor.
Se puede insertar a través de un pequeño orificio en el cráneo como un capullo, con sus seis «pétalos» doblados dentro del alimentador, y una vez colocado en la superficie del cerebro, se vierte un líquido para extender suavemente los pétalos.
Cuando los pétalos están abiertos como en una flor completamente abierta, el alimentador se puede separar.
Todo el sistema puede pasar a través de una pequeña incisión de unos 2 cm de diámetro cuando se colapsa y luego expandirse hasta 4 cm de diámetro.
El equipo describe el dispositivo como «muy parecido a una mariposa en espiral apretada con fuerza dentro de su capullo antes de la metamorfosis».
Para hacer que el dispositivo sea tan flexible, el equipo combinó bioelectrónica blanda y robótica blanda, y utilizó electrodos de metal que se pueden estirar y doblar.
Se necesitan más ensayos
La matriz de electrodos se probó con éxito en un minicerdo y ahora será desarrollada por Neurosoft Bioelectronics, una empresa derivada de EPFL.
Los investigadores detrás de la tecnología creen que podría implementarse ampliamente en la clínica debido a su naturaleza mínimamente invasiva.
“Así que ahora lo que esperamos lograr es escalar la tecnología para que se ajuste a los humanos y aumentar la cantidad de electrodos para que podamos tener información más grande y rica del cerebro”, dijo Lacour.
Para obtener más información sobre esta historia, vea el video en el reproductor multimedia de arriba.
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