¿Es saludable consumir pollo con piel? – Deporticos
La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha revelado que, en el año 2021, se consumieron aproximadamente 133 millones de toneladas de carne blanca a nivel mundial. Dentro de esta categoría, el pollo fue la carne más consumida.
El pollo se ha convertido en una opción popular debido a su precio asequible, bajo contenido de grasas y barreras culturales o religiosas mínimas. En España, cada persona consume alrededor de 13 kilos de pollo al año, una cifra significativamente menor a la de países como Brasil y Argentina, donde el consumo anual por persona llega a los 40 y 47 kilos respectivamente.
Además de ser una opción económica y accesible, el pollo también es reconocido por ser una excelente fuente de proteínas, vitaminas, minerales y grasas monoinsaturadas que benefician la salud cardiovascular. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la piel del pollo puede ser crujiente y sabrosa cuando se cocina adecuadamente, pero también aumenta las calorías y grasas saturadas en la porción de pollo.
De acuerdo con estudios, la piel del pollo contiene un 32% de grasas, de las cuales dos tercios son grasas insaturadas y un tercio son grasas saturadas. Es importante destacar que actualmente consumir la piel de pollo es seguro, ya que se prohibió el uso de hormonas en su cría hace más de dos décadas.
Si bien comer ocasionalmente la piel del pollo como parte de una dieta equilibrada generalmente no es perjudicial, se debe evitar si se busca reducir las calorías o grasas. En este sentido, las partes menos grasas y más saludables del pollo son los solomillos y la pechuga, que tienen un alto contenido de proteínas y nutrientes.
Por otro lado, la piel del pollo puede tener beneficios, como reducir el apetito, aportar proteínas de alta calidad y disminuir la necesidad de usar aceite en las cocciones. Su grasa insaturada también puede cuidar el corazón, y a pesar de tener un aporte calórico, este no es tan alto en comparación con otros alimentos.
En conclusión, el pollo es una carne blanca ampliamente consumida a nivel mundial. Aunque su piel puede ser sabrosa y crujiente, es importante considerar su contenido calórico y de grasas saturadas. Sin embargo, consumir ocasionalmente la piel del pollo como parte de una alimentación equilibrada no representa un riesgo para la salud.