Bochornos hechos en Estados Unidos – Deporticos
Estados Unidos ha tenido una larga relación con la Fórmula 1, la cual se remonta a los años 70. En aquel entonces, la nación americana se unió a la competición con el objetivo de promocionar sus ciudades y su estilo de vida único.
Durante los años 80, se llevaron a cabo varios Grandes Premios en Estados Unidos, pero sin duda, hay dos que son recordados con especial nostalgia. Uno de ellos es el Gran Premio de Dallas 1984, una carrera caótica y surrealista que dejó una marca imborrable en los aficionados.
El circuito improvisado y el asfalto en malas condiciones hicieron que la competición fuera extremadamente desafiante. Además, el calor extremo y las pésimas condiciones del circuito causaron numerosos accidentes y abandonos.
A pesar de estos obstáculos, el piloto Keke Rosberg demostró ser el más inteligente y se alzó con la victoria en Dallas 1984. Rosberg, consciente del calor extremo, copió la técnica de refrigeración utilizada en la Nascar para mantenerse fresco durante la carrera.
Otro Gran Premio que dejó su huella en Estados Unidos fue el de Indianápolis en 2005. En esta ocasión, el boicot de los equipos de neumáticos Michelin dio lugar a una parrilla de salida con solo seis coches. Este incidente generó polémica y dejó a los aficionados sorprendidos ante la ausencia de muchos de los principales competidores.
Como si eso no fuera suficiente, después del Gran Premio de Indianápolis 2005, el promotor de la carrera, Donald R. Walker, fue encarcelado por fraude fiscal. Este suceso dejó una mancha en la historia de la Fórmula 1 en Estados Unidos.
A lo largo de los años, las carreras de Fórmula 1 en Estados Unidos se han llevado a cabo en diferentes circuitos urbanos, ubicados en ciudades como Long Beach, Las Vegas, Detroit, Nueva York y Phoenix. Estas competiciones han sido una oportunidad para que el país muestre al mundo su pasión por el automovilismo y su capacidad para organizar eventos de gran magnitud.
Con estos puntos clave en mente, queda claro que la relación entre Estados Unidos y la Fórmula 1 ha tenido sus altibajos. Sin embargo, a pesar de los desafíos y controversias, el interés por esta competición sigue siendo fuerte en el país. La belleza y emoción de los Grandes Premios continúa cautivando a millones de aficionados en todo el territorio estadounidense.
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