Lo que se dice en las mesas
Como ya ha señalado el reconocido economista Adolfo Canitrot al hablar de la debacle de la convertibilidad desde un principio, también parece ser el momento en el que “hay que ponerse los auriculares”. Y si hay alguien que ya debería tenerlo, es el jefe de la BCRA, Miguel Pesce, sobre quien, lamentablemente, toda la culpa recae en la aguda situación del tipo de cambio. Ya visto en los 80: los «papeles» de «servicios» se han vuelto a distribuir en mesas, ahora vía WhatsApp, con posibles cambios ministeriales, donde el banquero central es uno de los que parecen tener todos los números de la rifa. Eso sí, esto preocupa no tanto al mercado sino a los nombres que trascienden para reemplazarlo. Ya no se trata de fuego amigo o enemigo, sino del miedo a que los incendios se salgan de control. A proposito El reconocido economista y administrador apodado «El Chapa» comentó con fastidio el lío que crearon las nuevas restricciones cambiarias y el diferencial entre CCL residente y no residente llegó a $ 10, donde un extranjero pagaba dólar ¡160 $! El clima todavía es confuso y los estados de ánimo son pesados. Mucho ruido con las posibles negociaciones de nuevos «dólares». Algunos piensan que tocar el oro es como izar la bandera blanca, pero para eso están las reservas para afrontar lo que está por venir. No importa si son lingotes, rábanos o yuanes, si se van a usar, deben ceñirse a ellos en lugar de hacer ruido innecesario. Ya se han utilizado en el pasado reciente, no para afrontar la carrera sino para beneficiarse del arbitraje de tasas. Así, en el gobierno de Sturzenegger se realizaron canjes con parte de las tenencias de oro, obteniendo así una rentabilidad del 10% de las onzas troy del BCRA. Es más fácil que ir a Beijing de rodillas suplicando que te conviertan de yuanes a dólares. Especialmente cuando los poseedores de Argendollar empezaron a no dormir. En referencia a esto, todo tipo de especulaciones sobre los esfuerzos del ministro Guzmán con los bancos que acompañaron el canje externo por un Repo. Mientras tanto, el romance del desarrollo tardío continúa. Y la desviación inmutable al 100%. En lo que los analistas e inversores de ambos lados de la división parecen estar de acuerdo hoy en día es en que la devaluación sin un plan macro coherente solo acelerará los tiempos. Las expectativas están abiertas con el anuncio de la llegada de una misión del FMI. Pero, por decir lo menos, hasta que aparezcan los dólares, todo sigue igual. Nadie está mirando encuestas de opinión pública, encuestas de imagen, encuestas de intención de voto ni nada porque el nivel de credibilidad y confianza se está desmoronando día a día. Solo la canción «cambio de barra» se escucha en todos los zooms para recrear la confianza.
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