Lo que no dijo Guzmán: una devaluación más rápida y menos predecible
La desconfianza no se trata tanto de Casa Rosada, sino de la dinámica del mercado. Muchos creen que tarde o temprano habrá que unificar los precios y que el candidato para marcar la referencia es el líquido, un mercado legal, con profundidad, donde el gobierno, desde el viernes, ha comenzado a operar. El plan, que anticipamos en Ambito, podría comenzar a cobrar impulso en los próximos días. Sería un movimiento mesurado: Guzmán cree que la llegada del FMI calmará la volatilidad y, al mismo tiempo, el BCRA podrá contener mejor las reservas. Esto le daría un tope para intentar llevar el líquido a un precio ligeramente más bajo, suficiente para lidiar, más tarde, con algún tipo de unificación monetaria. Esto es lo que pide el FMI. Para siempre. El riesgo es que el plan no funcione y que haya que realizar una devaluación rápida. Por ello, a partir de hoy, la volatilidad será la norma y no la excepción y las “ondas” serán fabricadas artificialmente por el BCRA. A mediano plazo, Guzmán podría tener buenas noticias. Pero en fin, las cosas son difíciles: se estima que octubre traerá poca liquidación de soja, que no superaría los 2 millones de toneladas (13% del total retenido). Teniendo en cuenta por parte del sector y analistas se hace posible entender: de los 17 millones que quedan en suspenso, 8 millones de toneladas adicionales fueron entregadas a agroexportadores «sin fijar precio», es decir con un venta comprometida pero no cerrada. Los rendimientos totales de 25 millones de toneladas que, si se exportaran, representarían un ingreso adicional de US $ 7 mil millones. Una verdadera fortuna.
La cuestión es la inflación. E insumos importados en casi todas las cadenas productivas. Queda por ver qué dicen los técnicos del FMI. Por primera vez, el gobierno le acercará todas las herramientas, y los engranajes probablemente serán diseñados por recién llegados de Washington. En el enfrentamiento también entrarán los bancos de inversión que, con distintos informes, ven que el plan Guzmán tiene más Pesce que Ministro. Una especie de iceberg, que esconde lo más importante. El examen rápido vendrá de la comparación de la evolución de las reservas. La sesión del viernes dejó al banco central con una caída de 110 millones de dólares. Se suman a los casi 500 millones de dólares caídos en las últimas dos semanas.
Al final del día, hay más que reservas o devaluación. El gobierno quiere relanzar un instrumento algo abandonado, que en Argentina ha vacilado y que no tiene un buen historial. Planea subir las tasas de interés y solo comenzar a bajarlas cuando el FMI genere confianza. Los fondos de inversión que están a la espera de la licitación de los dólares prometidos por el gobierno para sacar su capital del país necesitarán una parte. Cansados de esperar, presionaron los precios de los líquidos, ante una acción agotada del grupo gallego. Para los inversores, esto parece una broma sobre el valor del banco en Wall Street. Es hora de comprar. Parece.
«Jugador incondicional. Evangelista del alcohol. Erudito televisivo incurable. Pensador certificado».