Así funciona un cerebro enamorado: La pasión dura como máximo un año – Deporticos
El amor romántico y su impacto en el cerebro han sido objeto de estudio por parte de tres universidades australianas, cuyas investigaciones han revelado datos sorprendentes. Según este estudio, el amor romántico existe desde hace cinco millones de años y el cerebro juega un papel fundamental en este proceso.
Durante el enamoramiento, el cerebro utiliza sustancias químicas como la dopamina y la oxitocina. José Ramón Alonso, reconocido experto en neurociencia, explica que el enamoramiento pasa por diferentes fases: atracción, pasión y estabilidad. Además, los ojos juegan un papel importante en el amor a primera vista.
El proceso de enamoramiento involucra 29 áreas cerebrales y 10 sustancias neuroquímicas. La dopamina se destaca como la sustancia principal en la experiencia del amor. Sorprendentemente, las drogas también generan una liberación de dopamina, aunque de manera más intensa.
Otros neurotransmisores como la noradrenalina y la serotonina influyen en la respuesta emocional al amor. Además, la corteza prefrontal, responsable del juicio crítico, puede apagar nuestra percepción de los defectos de nuestra pareja al inicio de la relación.
La dopamina genera recuerdos intensos y una sensación de tranquilidad. Sin embargo, la fase de pasión suele durar de seis meses a un año, y el cerebro se desensibiliza después de ese periodo.
Para sostener el amor a largo plazo, otros núcleos cerebrales y hormonas, como la oxitocina y la vasopresina, entran en acción para fomentar el apego y la fidelidad en relaciones más estables.
Es importante señalar que las relaciones pueden ser cultivadas y cuidadas para mantener la pasión y el amor a largo plazo. Entender cómo funciona el cerebro en el amor puede ayudar a fortalecer los lazos románticos y mantener la chispa viva en una relación. En definitiva, el estudio de estas universidades australianas nos brinda una valiosa información sobre cómo el amor afecta nuestro cerebro y cómo podemos mantener una relación amorosa saludable y duradera.
En conclusión, el amor romántico no solo se siente en el corazón, sino que es un fenómeno que tiene su origen en el cerebro y que involucra diversos procesos químicos y neurológicos. Este estudio australiano nos brinda una visión profunda de cómo el amor afecta a nuestro cerebro y cómo podemos cultivar relaciones saludables y duraderas.
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