Comic-Con Costa Rica reveló que ser geek es ser cool – Q COSTA RICA

Q MAGAZINE – Conocer a Darth Vader de frente puede sorprender a cualquiera. Totalmente vestido de negro, con esa característica máscara y caminando con un andar de villano, Vader caminaba, como si no hubiera decenas de personas a su alrededor queriendo tomarse una foto con él.

Por extraño que parezca, el villano de Star Wars no se avergonzó de posar para selfies con un pequeño Spider-Man en sus brazos o tal vez de sonreír bajo la máscara junto a Obi-Wan Kenobi.

Tampoco un Batman va por una hamburguesa mientras su compañera, una Sailor Moon, termina de guardar sus últimas adquisiciones en los puestos de comida.

Comic-Con Costa Rica, en su primera edición, sábado 7 y domingo 8 de mayo, permitió un intercambio de conversaciones sobre lo que significa ser geek, compartir el amor por la cultura pop, un reto mayor, porque desde hace mucho ser un nerd no se consideraba genial.

Pero en Comic-Con es genial tener todos esos pasatiempos. Es una celebración de vidas que han compartido pasiones.

El evento se llevó a cabo en el Centro de Convenciones de Costa Rica, en Cariari, y reunió a miles de personas para celebrar un fin de semana en el que los sueños se hicieron realidad: vestidos como su personaje favorito, aunque sea por un solo día.

No hubo comentarios ni sorpresas, al contrario, lo que reinó fue la admiración por quienes han dedicado muchos días y horas a prepararse lo mejor posible para la ocasión.

El evento tuvo un fuerte enfoque en la fantasía, los cómics, el cine, la televisión y los videojuegos. Durante la actividad podrás disfrutar de juegos de mesa, arcades de la vieja escuela, así como de las últimas consolas. Otros se dedicaron a colorear y dibujar, mientras que otros bailaron al ritmo de una coreografía grupal.

La saga Star Wars fue una de las más populares: cualquiera que pasaba por el stand no podía dejar de admirar a los personajes de películas como los Stormtroopers, el Mandalorian e incluso a un espectacular Chewbacca que, como tónica del evento, se hacía fotos con todos los que pidieron uno.

La diversión estaba asegurada pero había que tener paciencia, porque con miles de personas reunidas en un mismo lugar, las colas para muchos espectáculos y, por supuesto, para la comida, eran muy largas.

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