Dron Autel EVO Lite+ voló dentro del volcán Irazú en Costa Rica
Un equipo científico voló Dron Autel EVO Lite+ dentro del cráter principal activo del volcán más alto de Costa Rica, Irazú. El dron con cámara de 6K ayudó a documentar varios aspectos del volcán, incluidos los niveles de agua del lago, las áreas de mineralización o cristalización y las posibles salidas de gases que liberan las emisiones volcánicas.
Tradicionalmente, los investigadores han observado volcanes utilizando aviones pequeños de un solo motor con ventanas de vidrio en la parte inferior. Pero desde entonces, los drones han revolucionado esta aplicación al volar mucho más cerca de la caldera volcánica, transportando equipos especializados como cámaras infrarrojas térmicas, sensores de mapeo 3D LiDAR y equipos de detección de gases.
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Sin embargo, el desencadenante de la misión científica discutida aquí fue el agrietamiento y la erosión extensos que se habían observado en la pared sur del cráter principal debajo del área donde los turistas se reúnen para observar el interior de Irazú. Por lo tanto, los investigadores buscaron documentar las estructuras internas del cráter principal, buscando específicamente áreas con mayor riesgo de erosión o agrietamiento, o con probabilidad de experimentar caída de rocas en el futuro.
EL $1,349 Autel EVO Lite+ El dron fue seleccionado para la misión debido a su sensor de alta calidad y su capacidad para soportar vientos de hasta 37 nudos. Esta fue una consideración importante para los investigadores porque el dron tenía que volar en un entorno volcánico de gran altitud, 3.432 metros sobre el nivel del mar, con condiciones de viento notables.
Los científicos también estaban preocupados por las grandes paredes del cráter que creaban interferencias, lo que provocaba que el dron se desconectara del control remoto. Afortunadamente, eso no sucedió con el EVO Lite+, y los sensores para evitar obstáculos a bordo del dron evitaron que el avión chocara accidentalmente con las paredes del cráter.
En general, el dron voló de forma continua durante unas 2,5 horas en el Parque Nacional Volcán Irazú, utilizando baterías de repuesto. Al cambiar las baterías, el equipo verificó el calor de los sistemas giratorios de los cuatro brazos. Cualquier tipo de aumento de temperatura en el sistema giratorio debido al uso intensivo habría requerido un período de enfriamiento, pero el dron no mostró signos de calor y el equipo pudo pasar instantáneamente a la siguiente misión de vuelo.
De acuerdo a trabajo de investigación Liberado por el equipo científico, el dron pudo obtener imágenes y videos detallados y de cerca desde perspectivas que no se podían obtener desde el punto de vista principal. Todos los desprendimientos se han documentado con una vista de 360 grados desde el centro del cráter, así como el fondo del cráter, la vegetación vegetal dentro del cráter, el agrietamiento y la existencia de cascadas potenciales para futuras investigaciones.
De hecho, los drones se han convertido en una herramienta valiosa para que los investigadores estudien la morfología de los cráteres activos y los cambios geológicos. Pueden transportar equipos científicos a áreas peligrosas como cráteres activos y documentar emisiones de gases volcánicos o tomar imágenes térmicas y tomar muestras de agua. Los drones también se pueden usar para monitorear y documentar el agotamiento del ozono por erupciones volcánicas.
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