Extrañas formas de vida podrían acechar en las ‘zonas informáticas’ cósmicas, según un nuevo estudio
Actualmente, los astrónomos están buscando signos de vida en las «zonas habitables» de las estrellas cercanas, definidas como la banda alrededor de una estrella donde potencialmente puede existir agua líquida.
Pero un artículo reciente argumenta que debemos adoptar un enfoque más matizado y cauteloso, basado no en el potencial de vida, sino en el potencial computacional.
Una forma de definir la vida misma es como un conjunto de cálculos que actúan sobre la información. La información se almacena en el ADN y varias proteínas realizan los cálculos. La capacidad de almacenar información y actuar sobre su entorno permite que la vida se someta a una selección natural, que encuentra arreglos cada vez más complejos.
Las búsquedas tradicionales de la vida miran cómo la entendemos de un contexto terrenal. Es decir, criaturas que viven en la superficie de un mundo a la distancia correcta de una estrella madre y que usan agua líquida como solvente para reacciones químicas.
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Pero es fácil imaginar formas de vida mucho más complejas y variadas en el Universo.
La vida podría usar otros solventes. La vida podría estar enterrada bajo tierra en las heladas lunas exteriores. Puede que la vida ni siquiera necesite una estrella. Y los sistemas biológicos podrían dar lugar a sistemas tecnológicos que no cumplirían con nuestra definición actual de vida, pero que podrían estar vivos a su manera.
Y así, un par de investigadores quieren reconstruir el concepto de zona habitable usando un concepto computacional más fundamental. Argumentan que la mejor oportunidad de encontrar signos de vida es donde el acceso computacional es más fácil.
Los investigadores argumentan que estas llamadas áreas de cálculo requieren tres características.
Primero, debe haber capacidad computacional, lo que significa que hay un rico conjunto de química disponible. En segundo lugar, debe haber alguna forma de energía bruta, como la luz solar o los respiraderos hidrotermales. Y, por último, la computación requiere un sustrato, algo en lo que pueda tener lugar la computación.
EL visión tradicional de las áreas habitables ahora se puede ver como un subconjunto de un concepto mucho más amplio de áreas de cálculo. Donde hay vida como la entendemos actualmente aquí en la Tierra, hay computación. Pero este marco nos permite desarrollar estrategias para investigar conceptos de vida que van más allá.
Por ejemplo, si estudiamos sistemas individuales a través de una lente de capacidad computacional, podríamos encontrar qué sistemas podrían prestarse a estructuras artificiales de recolección de energía como Esferas Dyson. O podríamos examinar cómo las nubes de gas alrededor de las estructuras subestelares pueden cumplir todas las condiciones necesarias para el cálculo y, por lo tanto, las condiciones necesarias para una definición ampliada de la vida.
La búsqueda científica de vida en nuestro Universo no ha hecho más que empezar. Y es importante, como señalan los autores, mantener la mente abierta.
Este artículo fue publicado originalmente por Universo hoy. léelo artículo original.