Islita, la pequeña isla de arte de Costa Rica
La lejanía extrema y una atmósfera de ensueño aíslan al pueblo de Islita (Isla Pequeña) del resto de la costa del Pacífico de Costa Rica.
Pegado a la placa continental, el pueblo de Islita es considerado la «isla» del arte de Costa Rica. Este precioso pueblo es el corazón del centro de una gran comunidad -como los lugareños llaman a la tierra entre el río Bongo y el río Ora- conocida por ser el territorio mejor conservado dentro de la Zona Azul de Nicoya, en Guanacaste.
Del 14 al 20 de marzo de Festival Pi Arte(e) lanzó su primera edición imbuidos de la esencia del arte islita. El festival ha sacado su corazón para que el mundo lo aprecie. Como escribe el director creativo y cofundador Julian Mora en el manifiesto inaugural: “Las relaciones entre el arte, el paisaje, la tecnología, el conocimiento y la comunidad son complejas, dinámicas y en constante cambio, pero contribuyen a nuestra experiencia y patrimonio cultural común”.
PiArt(e) es una convergencia de estos elementos, plasmados en un diálogo holístico a través del trabajo exhibido por unos sesenta y cuatro artistas regionales e internacionales. La feria de artes visuales de una semana de duración en el Salón Comunal (un salón comunal/aldea rural transformado en una galería de arte) estuvo acompañada de eventos consecutivos, diurnos y nocturnos, que incluyeron música, cine, deportes, gastronomía, conferencias y Talleres de trabajo.
“Es fundamental rendir homenaje a la exploración artística colectiva y la difusión del conocimiento”, dice el cofundador de Pi, Héctor Anchía. Con Mora, Anchía busca expandir el impacto de la producción cultural de Islita, generando una forma creativa de turismo en una relación virtuosa con la comunidad local.
La isla del arte de Pi: un tributo a los pioneros
Uno de los aspectos más gratificantes de PiArt(e) es un homenaje a los orígenes de las iniciativas culturales de Islita, que comenzaron con la fundación del Museo de Arte Contemporáneo de Islita (IMCA), y su programa de residencias, hace más de 20 años, continúa explicando Anchía.
Una de las obras de arte más icónicas de Pi es una instalación al aire libre en forma de pirámide titulada Coyosferadel artista costarricense francesco bracci. Las paredes de la pirámide están compuestas por anillos huecos hechos de la corteza exterior de la palma Coyol (un producto de desecho de la producción de madera tropical).
Dentro del Salón Comunal, artista guatemalteco Barrios de Marlov presenta cuatro lienzos de coloridas imágenes totémicas, que recuerdan la arquitectura única de las crestas de una huella dactilar. Rescindir el tiempo (Tiempo Renacer), creado específicamente para el festival que consta de cuatro lienzos montados sobre un fresco mural in situ de dos rostros de perfil que recuerdan motivos mesoamericanos.
Barrios considera fundamental la descentralización de las expresiones artísticas y culturales. Para Centroamérica y gran parte del mundo, lamentablemente, la producción artística se desarrolla principalmente en las ciudades capitales y zonas urbanas. “El arte es un medio vital para construir comunidad”, dice Barrios, “para generar un tejido de integración, diálogo, identidad y memoria”.
Similar al planteamiento de Barrios, artista y activista por Ariela Kader trabajo demuestra su compromiso permanente con la comunidad de Islita. En 2000 Kader realizó su primera residencia en IMCA, regresó en 2013 y, una década después, participó en el Festival PiArt(e). Durante su estadía de seis semanas, facilitó talleres con niños de jardín de infantes y primaria, así como con artesanos locales. Juntos, los participantes transformaron abundantes residuos plásticos (recogidos de los alrededores) en obras de arte que luego fueron instaladas como parte de la muestra en el Salón Comunal.
A lo largo del festival, el co-fundador, Héctor Anchía fue testigo de la realización de PiArt(e)a través de interesantes talleres y actividades. Los visitantes pudieron hacer conexiones significativas y sumergirse en una experiencia verdaderamente encantadora. Un fenómeno cultural único impulsado por un compromiso con el desarrollo regenerativo.
Como parte de su propósito original, el Festival PiArt(e) proporcionó una representación integral de la cultura costarricense y las complejas identidades culturales de la región. Fortalece los esfuerzos de los artistas y alienta a los nuevos participantes a convertirse en una parte central de la vibrante y diversa comunidad de Islita, la pequeña isla de arte de Costa Rica.
«Solucionador de problemas. Experto en Internet. Pionero del tocino extremo. Aficionado a los zombis. Fanático de la cultura pop. Orgulloso adicto a los viajes. Escritor. Jugador profesional».