La ayuda de Covid ha beneficiado principalmente a grandes empresas en países en desarrollo (informe):
Las grandes empresas son las principales beneficiarias de los programas de ayudas puestos en marcha para reactivar la economía tras la pandemia de covid-19 en países en vías de desarrollo como Colombia, Costa Rica o Ecuador, según un informe publicado este miércoles por un grupo de ONG.
Según el informe, elaborado por la Financial Transparency Coalition (FTC), los países en desarrollo han destinado de media casi el 40 % de sus ayudas a la reactivación económica a grandes empresas, reservando una proporción apenas equivalente para la financiación de medidas de protección social.
“A pesar del costo de vida, los gobiernos de los países en desarrollo, a menudo con las manos atadas por las instituciones financieras internacionales, anteponen las grandes empresas a su gente”, dijo el director de la FTC, Matti Kohonen, en un comunicado.
La proporción es aún más desequilibrada en algunos países, según la FTC, que cita en particular a Nicaragua, un país donde el 87% de la ayuda ha beneficiado a grandes empresas frente a solo el 13% para programas sociales, Zambia o Uganda.
En otros países, el contraste también es llamativo: las grandes empresas se han beneficiado 41% en Costa Rica, contra 25% para protección social; 50% en Colombia, contra 9% para programas sociales; y 39% en Ecuador, frente a 25% de asistencia social. En Argentina es más igualitaria: 37% para programas sociales y 36% para grandes empresas.
En contraste, solo ocho de los 21 países dedicaron más de la mitad de su ayuda a políticas sociales, incluidos Brasil (58 %), Chile (51 %), Guatemala (51 %) y El Salvador (54 %). Otros, como India y Malawi, han asignado más del 85%.
Esta ayuda también ha beneficiado mucho menos a las mujeres, que reciben en promedio la mitad que los hombres, en particular debido al limitado apoyo a los trabajadores informales.
Como resultado, entre 75 y 95 millones de personas habrán caído en la pobreza extrema a finales de este año, dice el informe, que señala que el gasto, ya a la baja en 2021 respecto a 2020, vuelve a caer en 2022.
El informe advierte que la presión de instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) para introducir medidas de austeridad y recortar la financiación de los servicios públicos básicos a cambio de la reestructuración de la deuda está empeorando la situación.
Varios países “planean recortar gastos esenciales en salud, educación y protección social a medida que se quedan sin dinero debido a la desaceleración del crecimiento económico y ante los estrictos criterios crediticios del FMI y otras instituciones”, dijo Kohonen.
Por lo tanto, la FTC insta al FMI, que celebrará sus reuniones anuales a mediados de octubre, y al Banco Mundial a promover políticas destinadas a fortalecer el apoyo a la población (incluido el fomento de la introducción de un impuesto progresivo sobre la renta o gravando grandes ganancias) y a lucha contra los flujos financieros ilícitos.
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