La importancia de la llegada del 5G a Costa Rica
Imagina que en cualquier parte de Costa Rica tienes el 99,9% disponibilidad de internet a través de una red con 1000 veces más ancho de banda y 100 veces más velocidad que la que tienes ahora.
Considere que, en su trabajo, la conectividad permite la asignación dinámica de recursos , lo que facilita muchas tareas. En ese mismo mundo imaginado, podría optimizarse el uso de activos y edificios, a través del monitoreo de energía, para reducir costos y promover la sustentabilidad. En su casa, el internet de las cosas sería cosa de todos los días, gracias a las funciones automatizadas de tus electrodomésticos y otros dispositivos.
Las máquinas también se encargarían de facilitar la colaboración en las organizaciones a través de mejores herramientas de comunicación. Miles de personas estarían usando sus dispositivos móviles simultáneamente, a mayor velocidad y sin interrupción (como en su concierto favorito o partido de fútbol, por ejemplo). Avances como la telemedicina permitirían la atención médica a distancia, especialmente en las zonas rurales.
En este escenario, se podrían instalar puntos de acceso inalámbrico a Internet, brindando conectividad en cualquier lugar, incluso en áreas remotas. También habilitaría ciudades inteligentes, con sus redes eléctricas eficientes y automatizadas, seguridad, vehículos autónomos, transporte y sistemas de suministro de agua.
Aunque suene como algo sacado de una película o serie futurista, todo se llevará a cabo en Costa Rica. Sin embargo, esto depende de un solo factor –complejo y sofisticado–: 5G y el país todavía está en las primeras etapas de la carrera para implementarlo.
5G: otros tres retos de futuro
Según el Informe de movilidad de Ericsson de 2019, solo el 11 % de América Latina tendrá 5G para 2025 y seguirá dependiendo en gran medida no solo de 4G, sino también de tecnologías aún más obsoletas (como 2G y 3G). Por otro lado, en Norteamérica, el 5G representará el 75% de las tecnologías móviles, mientras que el 4G ocupará el 25%.
Costa Rica no escapa a esta realidad. Se estima que será alrededor de 2025 que apenas se puedan lanzar servicios en esta red, según la Asociación de la Cámara de la Info Comunicación y las Tecnologías (Infocom). Cada día que nos alejamos del 5G, como país, es un día que perdemos competitividad y aceleramos nuestra economía.
¿Qué se necesita para implementar esta tecnología?
Un primer aspecto es el de la disponibilidad. La red 5G requiere una arquitectura nacional muy sofisticada, que depende no solo de más antenas, sino de antenas nuevas, diferenciadas de las que se utilizan para 4G. Lo mismo ocurre con el cableado. Los cables más avanzados que, por cierto, fabricamos en Latinoamérica, concentran más fibras ópticas en un diámetro menor y tienen de ocho a 10 veces más fibras en el mismo kilómetro de cable.
Otro gran desafío es el desconocimiento del consumidor, que es quien adoptará y utilizará la tecnología, y un primer paso en esta dirección es que los futuros usuarios entiendan las ventajas de Imagine que, en cualquier parte de Costa Rica tienes el 99,9% disponibilidad de internet ahora, además de todos los servicios relativamente nuevos y desconocidos a los que tendrán acceso. Este conocimiento les permitirá tomar decisiones informadas, invertir en dispositivos habilitados para 5G a tiempo y, con el tiempo, el valor de los planes de datos que estarán disponibles.
Estos desafíos crean líneas de acción y acuerdos entre actores públicos y privados, quienes tienen la voluntad y la capacidad para superar cada barrera. Unir esfuerzos para valorar todas las oportunidades que nos permitan acelerar el paso y ser pioneros en la carrera hacia la red 5G en Latinoamérica.