La NASA acaba de compilar un mapa del agua lunar
Mapeando el agua de la luna
El telescopio SOFIA de la NASA se retiró a fines de 2022, principalmente debido a problemas de presupuesto. El telescopio se montó en un Boeing 747 adecuado que volaría a una altitud de hasta 42 000 pies (12 800 m). Esto lo llevó por encima del 99,9% del vapor de agua en la Tierra, que de otro modo bloquearía gran parte de la luz infrarroja capturada por el observatorio.
Ahora, el nuevo mapa compilado con datos SOFIA cubre aproximadamente una cuarta parte del lado de la superficie lunar que mira hacia la Tierra por debajo de los 60 grados de latitud, incluido el polo sur de la luna.
«Cuando miramos los datos del agua, en realidad podemos ver los bordes de los cráteres, vemos las montañas individuales e incluso podemos ver las diferencias entre los lados de las montañas de día y de noche, gracias a la mayor concentración de agua en esos lugares», dijo Bill. Reach, director del Centro de Ciencias SOFIA en el Centro de Investigación Ames de la NASA en el Silicon Valley de California y autor principal del estudio, explicó en un Publicación de blog de la NASA.
Usando los nuevos datos, los científicos pudieron determinar cómo el agua se relaciona con las características específicas de la superficie de la luna, así como también cómo promueve las áreas frías y se mantiene alejada de la luz solar.
Prepárese para futuras misiones lunares tripuladas
En 2024, la NASA tiene como objetivo enviar su primera misión Artemis tripulada, Artemis II, alrededor de la luna y de regreso. El mismo año, la agencia espacial también enviará su Rover de exploración polar de investigación de volátiles (VIPER) a la superficie de la luna para realizar un mapeo de recursos. Se utilizará el mapa SOFIA como guía.
Esto allanará el camino para Artemis III y posteriores misiones de astronautas a la superficie lunar. En última instancia, la NASA tiene como objetivo establecer una colonia permanente en la luna que sirva como trampolín para la futura exploración humana de Marte. El nuevo mapa SOFIA jugará un papel crucial para ayudar a determinar dónde deben enfocarse las misiones futuras para el agua, que también se puede convertir en oxígeno respirable y propulsor de cohetes.