Lecciones para diseñar transferencias fiscales para mejorar el aprendizaje de los estudiantes y reducir las brechas de aprendizaje
Entre los economistas educativos, ha habido un debate de larga data en torno a ya sea y en que medida el dinero es importante para mejorar los resultados de los estudiantes. La fuente del debate proviene de los datos que muestran correlaciones débiles entre el gasto por alumno y los resultados del aprendizaje. Los datos sugieren que existe una amplia gama de desempeño de los estudiantes en casi todos los niveles de gasto por estudiante (consulte la Figura 1 para el gasto en matemáticas).
Figura 1. Relación entre el gasto en educación y el aprendizaje de los estudiantesFuente: Vegas y Coffin, 2015.
Sin embargo, cualquiera que tenga visitó escuelas de bajos recursos, ya sea en sÁfrica subsahariana, el sur de Asia, América Latina o incluso dentro comunidades desfavorecidas Por otro lado países desarrollados, debe preguntarse si el dinero hace no pregunta. Y anterior investigación mostró que cuando sistemas educativos se agrupan en alto gastadores y pocos gastadores, podemos identificar un umbral debajo de cual mas gastos de educacionde hecho, es en relación a un mayor aprendizaje de los estudiantes. Por ejemplo, Vegas y Coffin (2015) encuentran una correlación estadísticamente significativa entre el gasto por estudiante y los resultados de los estudiantes en países que gastan menos de US$8,000 en precios de paridad de compra (Figura 2).
Figura 2. Relación entre el gasto en educación y el aprendizaje de los estudiantes, para países de bajo y alto gastoFuente: Vegas y Coffin, 2015.
Mediante el uso de abundantes datos de panel de los Estados Unidos, los investigadores han documentado que los niños que viven en distritos escolares que invirtieron más obtuvieron mejores resultados de aprendizaje, lo que condujo a mejores resultados más adelante en la vida (Jackson, Johnson y Persico, 2015).
Mientras que la cuestión de ya sea aumentar la inversión en educación lata la mejora de los resultados de los estudiantes fue ampliamente respondida, ¿Cómo? ‘O’ ¿Qué? Aún no está claro cómo asignar mejor los fondos a los gobiernos y las instituciones educativas para mejorar el aprendizaje y reducir las brechas de aprendizaje. Sin embargo, la mejora ¿Cómo? ‘O’ ¿Qué? Los recursos financieros que se asignan en todo el sistema educativo es importante para revivir el progreso estancado en el aprendizaje de los estudiantes en gran parte del mundo, particularmente en América Latina y otras regiones en desarrollo. Investigaciones anteriores sobre las reformas de financiamiento escolar en Chile encontraron que cuando se cambiaba la fórmula de financiamiento por estudiante para tener en cuenta la demografía variable de los estudiantes (brindando más recursos a los estudiantes de entornos desfavorecidos) y para acomodar a las instituciones educativas responsables del aprendizaje de los estudiantes (en lugar de solo la inscripción). y asistencia), el aprendizaje de los estudiantes ha mejorado y las brechas de aprendizaje de los estudiantes por antecedentes socioeconómicos han disminuido (Murnane et al., 2017).
Colombia ofrece un caso útil para analizar el impacto de los cambios en las políticas de financiamiento escolar. Durante la última década, el país ha introducido grandes transferencias fiscales del gobierno nacional a entidades subnacionales con el objetivo de mejorar el acceso a una educación de calidad. En este resumen de políticas, sintetizo los resultados de un análisis reciente de estas reformas y su impacto en los resultados de los estudiantes. Para hacer esto, primero presento una breve descripción del sistema de financiamiento escolar del país y cómo ha evolucionado con el tiempo. A continuación, analizo la relación entre los niveles de financiación y los resultados del aprendizaje durante los años 2002-2021. En tercer lugar, examino los cambios en la fórmula de financiamiento proporcionada por el gobierno nacional a las entidades subnacionales para comprender mejor el impacto de estas reformas en el aprendizaje promedio de los estudiantes y las brechas de aprendizaje. En la sección final, discuto los resultados y las implicaciones políticas.
Durante las últimas décadas, el aprendizaje de los estudiantes en Colombia ha permanecido estancado, mientras que las brechas de aprendizaje se han ampliado. Examiné en detalle los cambios en las fórmulas de financiamiento escolar utilizadas para transferir recursos del gobierno nacional a las entidades subnacionales y encontré que los criterios para mejorar la calidad y la equidad de la educación generalmente estaban ausentes. Mis hallazgos sugieren que existe una relación débil entre los recursos financieros, la capacidad de gestión presupuestaria y el aprendizaje de los estudiantes en Colombia. Encuentro efectos pequeños pero estadísticamente significativos en los resultados de aprendizaje de los estudiantes de las transferencias fiscales y mejoras en la capacidad de gestión fiscal de las entidades subnacionales.
Mi análisis del impacto del cambio de 2015 en la fórmula del Sistema General de Participación (GSP) indica que el cambio resultó en un aumento a corto plazo en el aprendizaje promedio de los estudiantes a lo largo del tiempo, pero ese aprendizaje promedio luego disminuyó. Quizás lo más preocupante es que encuentro que la reforma ha llevado a un aumento en la desigualdad de aprendizaje entre los alumnos de alto y bajo rendimiento. Concluyo con algunas opciones de política para que Colombia revise la forma en que asigna los recursos al sistema educativo, con el objetivo de construir sobre la evidencia para aumentar el impacto de las transferencias fiscales en el aprendizaje de los estudiantes y reducir las desigualdades de aprendizaje.
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