Los pasaportes costarricenses relacionados con las vacunas ponen en riesgo los viajes médicos
Costa Rica se ha convertido en el último país en lanzar un pasaporte de vacunación obligatorio. Será requerido por todos los viajeros nacionales e internacionales para permitir el ingreso a una amplia gama de establecimientos en el país. Esto podría limitar severamente las opciones de entretenimiento y actividades para quienes viajan al país si no son elegibles para recibir una, y potencialmente reducir los viajes médicos entrantes.
Actualmente, Costa Rica no requiere que los viajeros sean vacunados o incluso que se les realice una prueba de Covid-19 para ingresar al país.
Se requerirá el nuevo certificado de vacunación para acceder a:
- Restaurantes, cafés y parques de comidas.
- Bares y casinos.
- Tiendas minoristas y centros comerciales.
- Museos.
- Centros de fitness.
- Hoteles, chalets, establecimientos de alojamiento.
- Spas.
- Actividades en lugares de culto.
- Eventos para actividades comerciales, académicas o sociales.
- Actividades deportivas y turismo de aventura.
- Teatros, cines, academias de arte y danza, actividad artística.
Se espera que el pasaporte de la vacuna esté en línea a partir del 1 de diciembre de 2021. Existirá en forma de un código QR que se escaneará para verificar las credenciales del titular antes de ser admitido en un evento o ubicación. Estará disponible como aplicación.
Los turistas entrantes no podrán utilizar el pasaporte de vacunación costarricense, pero solo los viajeros vacunados podrán acceder a los establecimientos enumerados anteriormente presentando su carnet de salud, un documento requerido para ingresar al país, o su carnet de vacunación.
Si bien los viajeros no vacunados aún pueden ingresar a Costa Rica siempre que estén asegurados, la realidad significa que no podrán disfrutar plenamente del país, lo que podría provocar una caída en el número de turistas.
La mayoría de los turistas y turistas médicos provienen de los Estados Unidos, y una de las atracciones de Costa Rica es que se ha abierto a los millones de estadounidenses que no han sido y que a menudo no quieren estar completamente inmunizados.
Los pasaportes de vacunas no se aplican a hospitales o clínicas, pero reducirán el turismo médico si el turista médico no vacunado ni siquiera puede quedarse en un hotel.