México intenta desterrar el insulto homofóbico del fútbol
Alan Rosado, entrenador del equipo Kraken LGBTQ, espera que el enfoque de tolerancia cero ayude a mostrarle al mundo que en México ‘nos respetamos’
México está jugando las eliminatorias para la Copa del Mundo frente a un número limitado de fanáticos estrictamente controlados, como parte de los esfuerzos para acabar con un insulto contra los homosexuales en la nación amante del fútbol.
Cuando México se enfrente a Panamá el miércoles en el Estadio Azteca de la capital mexicana, solo estarán ocupados unos 2.000 de los 87.000 asientos, como lo estuvo el domingo contra Costa Rica.
También ha reforzado la seguridad del estadio para identificar a cualquiera que use el cántico homofóbico que se grita con frecuencia a los porteros contrarios cuando realizan un saque de meta.
El insulto, «puto», significa prostituto, pero en español mexicano se traduce aproximadamente como «maricón», y se usa ampliamente para insultar la masculinidad de alguien.
“Ojalá se erradique de una vez por todas el grito homofóbico”, dijo José Jiménez a la AFP antes de ingresar al estadio para el partido contra Costa Rica que terminó en empate.
“Esa palabra es de uso común. No sé de dónde sacaron que es una mala palabra”, dijo Ismael de Jerez.
– Castigo repetido –
Para el partido contra Estados Unidos el 24 de marzo, el sistema se probará con una multitud mayor de 35.000 o 40.000 aficionados.
Las multas por un total de alrededor de $ 656,400 y el castigo de jugar un partido a puerta cerrada contra Jamaica en septiembre no fueron suficientes para disuadir a miles de fanáticos de usar el cántico.
Anteriormente advirtió que si los cánticos continuaban, México estaba en peligro de perder su papel como anfitrión conjunto de la Copa del Mundo de 2026.
Los fanáticos mexicanos comenzaron a gritar el insulto en los partidos a principios de la década de 2000, en un derbi entre Atlas y Chivas, los dos mejores equipos en la segunda ciudad de México, Guadalajara.
El exentrenador de México, Miguel Herrera, cree que «es parte del lenguaje coloquial».
Pero para Andoni Bello, el creador de un equipo amateur de futbolistas sexualmente diversos, aceptar el insulto equivale a un ataque a las minorías sexuales que también aman el deporte.
Alan Rosado, entrenador del equipo de fútbol LGBTQ Kraken de la Ciudad de México, espera que las medidas ayuden a mejorar la imagen del país cuando sea sede de la Copa del Mundo de 2026.
calle/jla/dr/jh
…
«Jugador orgulloso. Gurú del café. Alcoholico galardonado. Entusiasta de la cerveza. Estudiante. Aficionado a los zombis. Lector. Especialista en música. Aficionado a la comida».