Miles de aficionados de River celebran dos años de triunfo en Madrid con una caravana
El 9 de diciembre ya puede considerarse una fecha nacional para río. O como una Navidad. A dos años del logro deportivo más importante del club, esta memorable final del fútbol argentino, sudamericano e incluso mundial, que se desarrolló en el Santiago Bernabéu de Madrid, en la que el equipo de Marcelo Gallardo batir Boca, el eterno rival, con goles de Lucas Pratto, Juan Fernando Quintero y Gonzalo Martínez, la afición de River se ha hecho con el control de la ciudad. Miles y miles de aficionados se sumaron a una caravana que partía del Obelisco y terminaba en el Monumental. Tanto es así que, según los cálculos de los organizadores, habían desfilado unas 150.000 personas.
Incluso la pandemia no pudo frenar tanta pasión, tanto es así que hay cierto temor ya que consideran que no solo las bombas sonoras pudieron haber hecho ruido, sino que la concentración de personas puede hacer estallar otro. bomba: la bomba sanitaria. Sobre todo porque muchas personas se sumaron a las ya previstas, que habían abandonado el Obelisco, en pleno apogeo de la facultad de derecho.
Tanto es así que fue imposible mantener una distancia adecuada y salvaguardar las medidas sanitarias solicitadas. Es que los aficionados no solo se desplazaban en autobuses, furgonetas, camiones, combis, coches, motos, bicicletas o cualquier otro vehículo, sino que también lo hacían a pie.
Y en el Monumental, otra multitud aguardaba el canto puro, con banderas, bengalas, como si estuvieran en el estrado en medio de un partido de copa. Como era de esperar, la canción más cantada fue «El que no salta, muere en Madrid».
Como sucedió el 25 de mayo de 2001 en el tráiler de 100 años; o el 8 de octubre de 2012 con la bandera más larga del mundo, River se apoderó de la ciudad. Buenos Aires se tiñó de rojo y blanco. Como sucedió el 9 de diciembre de 2018. Como ha sucedido en tantas celebraciones de campeonatos y copas.
Pero esta vez el foco no estaba en el Obelisco. Se ha multiplicado en las calles como en las épocas mencionadas en 2001 y 2012.
El punto de partida fue en el Obelisco pero ya antes de las 19:00 horas, hora fijada para el inicio de la caravana, el 9 de Julio se desplazaba a paso lento desde el cruce con la Avenida San Juan hacia la Avenida del Libertador. La policía municipal organizó un operativo especial con la policía de tránsito. Los vehículos siguieron llegando y el remolque se hizo cada vez más largo que el paso de un hombre.
Las celebraciones de los aficionados al río en el Obelisco. (Foto: Fernando de la Orden)
“Gracias, por la alegría de vencer a Boca, por ser campeón”, gritó fuerte. Y todas las canciones estaban dedicadas al eterno rival que estuvo a punto de jugar contra el Inter de Porto Alegre en la Bombonera.
El sonido de cuernos y fuegos artificiales se mezclaron. Estallaron bengalas rojas y blancas, fuegos artificiales y los «tres disparos».
Las celebraciones de los aficionados al río en el Obelisco. (Foto: Fernando de la Orden)
La primera fila estaba ocupada por autobuses de las sucursales, movimientos y grupos del club. Detrás, un enorme camión con cara de pollo hinchable en la parte delantera. Y arriba, un aficionado con la raya roja en el pecho y la réplica de la Copa Libertadores en las manos.
La caravana continuó por la Avenida del Libertador y continuó por la Avenida Figueroa Alcorta hasta llegar al Monumental.
Las celebraciones de los aficionados al río en el Obelisco. (Foto: Fernando de la Orden)
A las puertas del estadio, mucha gente se había reunido esperando la caravana como si llegaran los jugadores. Había banderas colgando. “Que la gente crea”, dijo uno, refiriéndose a la frase que Gallardo popularizó antes de la dramática semifinal ante el Gremio, en la que River avanzó a la histórica final. En otras palabras, el pasaje a la gloria eterna. “Gracias a los jugadores y entrenadores”, se lee en un desfile que cuelga de la puerta del club. Fue firmado por «The People of River». Y en otro, dedicado a Boca, leemos: «Mi mayor alegría es tu peor desgracia».
Así, con una caravana nacida del ingenio popular de la gente de River y difundida a través de las redes sociales y los grupos de WhatsApp, los aficionados celebraron el segundo aniversario de la gesta madrileña. Como lo harán cada 9 de diciembre, fecha que ya está pintada de rojo y blanco en el calendario.
Las celebraciones de los aficionados al río en el Obelisco. (Foto: Fernando de la Orden)
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