¿Te acuerdas del enigmático R0?
¿Te acuerdas de R0, ese enigmático indicador que guió el destino de la cuarentena en Córdoba? La Provincia informa al respecto todos los jueves, pero ya no parece ser el pilar principal en el que se basan las decisiones durante la pandemia.
La arbitrariedad política, muy sensible a las presiones de diferentes sectores de la economía, es hoy el ingrediente principal en las decisiones de salud. Y cuando hay arbitrariedad, hay injusticias.
Parece injusto que una persona pueda venir en avión desde otra provincia sin necesidad de ser examinada o puesta en cuarentena, mientras que un hijo no pueda viajar de Córdoba a Río Ceballos para ver a su padre.
Daniel Feirestein, investigadores del Conicet que reflexionan sobre los aspectos sociales de la pandemia, asegura que un error del Estado fue ponerse en el rol de autorizar actividades, dependiendo del nivel de presión de los actores. «Es una forma de enfrentamiento agónico contra el gobierno, que también muestra la arbitrariedad en las aperturas y los cierres», aseguró en un chat virtual.
El sociólogo entiende que las restricciones y cierres no deben ser arbitrarios sino que deben estar sujetos a un indicador epidemiológico claro que involucre a la sociedad como promotora del cambio.
Y allí, el enigmático R0 vuelve al primer plano. El jueves pasado, la provincia informó que su valor para la ciudad de Córdoba fue de 1,04 y de 1,05 para la provincia.
El R0 indica el número promedio de personas que se infectarán a partir de un caso positivo. Es fácil entender que mientras sea mayor que uno, los casos diarios no disminuirán, sino que aumentarán o permanecerán estables.
“Está muy cerca de uno. Sin embargo, con un denominador tan grande, tendría que ser menor a uno y estabilizado durante mucho tiempo para tener una tendencia positiva ”, admitió Gabriela Barbás, secretaria de Prevención y Promoción de la Salud en Córdoba. .
R0 inferior
Las formas de reducir el R0 son:
Reducir el período infeccioso que atraviesa una persona infectada. Esto solo se puede lograr con un medicamento específico para Sars-Cov-2 que aún no existe.
Reducir la probabilidad de contagio durante el contacto con personas infectadas mediante medidas de higiene: uso de barboquejo, ventilación de habitaciones, distancia de dos metros y lavado de manos. Son acciones que dependen casi exclusivamente del comportamiento de las personas.
Por último, reducir el número de contactos entre personas con menor movimiento de personas. Aquí es donde el estado puede influir más en sus políticas. Pero las últimas decisiones para flexibilizar las actividades a pesar de un R0 mayor que uno van en sentido contrario.
La apuesta puede ser que dado que hay menos casos activos que pueden ser contagiosos porque se están recuperando o están bien aislados, el R0 bajará, pero sería un juego comprensible si las restricciones de tráfico se mantuvieran constantes.
Y aun así, estaríamos condenados a un lento descenso de casos como está ocurriendo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Apenas contendríamos el fuego, lejos de apagarlo.
Yaneer Bar-Yam, responsable de EndCoronavirus.org, una asociación de expertos voluntarios que ofrecen herramientas para controlar la pandemia, asegura que una cuarentena suave como la de Argentina implica tener un R0 de uno «para siempre «. Esto significa un nivel de casos diarios constantes, en cuarentena, aunque laxos, también eternos.
Una solución sería llevar a cabo una cuarentena corta pero estricta, como ya se están planteando algunos países europeos en esta segunda oleada. El objetivo es reducir el R0 lo más cerca posible a cero. Por lo tanto, sería posible volver a la normalidad con pocas restricciones, pero controlar los brotes a través de un buen mecanismo de rastreo de contactos.
Si bien esta puede ser una decisión con mejor pronóstico desde el punto de vista de la salud, la sensibilidad política entiende que puede no ser bien vista por la población y en algunos sectores económicos. Es bueno aclarar que el objetivo no es bajar el R0, sino la cantidad de personas que ven deteriorarse su salud o pierden la vida a causa del Covid-19.
El texto original de este artículo fue publicado el 29/10/2020 en nuestra edición impresa.