Último coronavirus: los canadienses que viajen a los Estados Unidos para recibir una inyección de Covid no se salvarán de la cuarentena
Selon une étude publiée par le blog de la Réserve fédérale de New York, le pool actuel d’emprunteurs américains en abstention est plus vulnérable à la délinquance à la fin du programme, mais cela ne signifie pas que les impayés approcheront des niveaux observés pendant la crisis financiera.
Una parte crucial de la respuesta de la política estadounidense a la crisis del coronavirus ha sido reducir el riesgo de una crisis de vivienda a causa de una pandemia y una ola de ejecuciones hipotecarias como la que se vio durante la crisis financiera. Una política importante surgió de la Ley Cares, que permitía a los prestatarios con hipotecas financiadas con fondos federales suspender o reducir los pagos del servicio de la deuda durante seis meses, y algunas agencias otorgaron una extensión adicional de 12 meses.
Los autores dijeron que el éxito del programa había protegido a los prestatarios, a diferencia de la crisis financiera «ya que la morosidad cada vez mayor y las ejecuciones hipotecarias por parte de los consumidores fueron tanto un motor de la crisis financiera como luego, en un círculo vicioso, una consecuencia de la crisis, como los precios cayeron y casi 12 millones de estadounidenses fueron ejecutados.
Más de 6,1 millones de prestatarios hipotecarios se han abstenido desde el inicio de la pandemia, pero muchos han vendido sus propiedades debido a que los precios de las viviendas han aumentado debido a la demanda de viviendas. Más de 2 millones todavía están buscando un feriado para el pago del préstamo a partir de marzo, y de ellos, 1,2 millones lo habían renunciado en junio del año pasado o antes.
Los prestatarios con los puntajes de crédito más altos antes de la pandemia eran los menos propensos a buscar alivio y solo una cuarta parte de ellos permaneció en abstención, en comparación con aquellos con puntajes de crédito más bajos antes de la pandemia, donde la mitad todavía estaba en abstención, dijeron los autores.
Una manifestación de esto es que su tasa de pago fue más baja que la tasa de pago de aquellos que abandonaron la abstención más rápidamente. Como resultado, en marzo, más del 70% de los prestatarios retenidos no realizaban pagos, una proporción más alta que en cualquier mes de 2020.
La tasa de morosidad severa podría alcanzar alrededor del 3.8% una vez que finalice la medida, si todos esos prestatarios se vuelven morosos, dijeron los investigadores. Esta sería más alta que la tasa prepandémica del 1,3%, pero más baja que los niveles observados durante la crisis financiera.
“No obstante, desde donde nos encontramos ahora, parece poco probable que el final de la indulgencia hipotecaria se asoció con más del 6 por ciento de las hipotecas con 90 días o más de atraso, como sucedió durante la Gran Recesión”, dijeron los investigadores.
La recuperación de estos prestatarios dependerá de la recuperación y las medidas políticas de Estados Unidos.
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