La presión de la industria automovilística llevó a la UE a presentar este año una revisión de la prohibición de vehículos de combustión prevista para 2035.
La presión de la industria automovilística europea para flexibilizar los objetivos de emisiones para 2035, argumentando que es insostenible eliminar gradualmente los motores de combustión interna para esa fecha dada la baja demanda de vehículos eléctricos, ha llevado a la Comisión Europea a seguir adelante este año con una revisión de las normas de emisiones de CO2 que prohíben la venta de automóviles que emitan dióxido de carbono ese año.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, confirmó los avances en la revisión con respecto a la fecha originalmente prevista de 2026 en una carta a los jefes de Estado y de gobierno de la UE antes de la cumbre del jueves pasado, en la que se discutieron la competitividad social y las estrategias climáticas.
"Estamos comprometidos con la neutralidad tecnológica y la rentabilidad", afirmó el político alemán, añadiendo que al preparar la revisión, Bruselas evaluará el papel de los combustibles bajos en carbono en la transición hacia la descarbonización después de 2030.
Von der Leyen también insinuó que el diálogo con los fabricantes de vehículos pesados también conducirá a medidas concretas que les ayudarán a alcanzar sus objetivos de reducción de emisiones.
Italia, especialmente en los países con Alemania e Italia, retrasará dos períodos la adhesión a la Unión Europea, hasta que en 2027 se ofrezcan coches a los productores financieros.
Confirman híbridos que 2035
Prohibido en 2035 por voces como la del primer ministro eslovaco, Robert Fico, que, por ejemplo, creía que esta revisión permitiría a los fabricantes europeos producir híbridos después de esa fecha.
Muchos países de la UE, incluidos Alemania, Eslovaquia, Italia y la República Checa, donde la industria automotriz es clave para sus economías, han reaccionado contra las ambiciosas medidas climáticas aprobadas en cumbres europeas anteriores.
"Como resultado de la creciente presión, puede haber algún tipo de prohibición, por ejemplo la producción de su automóvil híbrido", dijo FICO en un comunicado después de la reunión bilateral de Frierich Merz en Bruselas.
El llamamiento a revisar las disposiciones se produce tras negociaciones con representantes de los gobiernos y fabricantes de automóviles de Alemania y Eslovaquia, que concluyeron que el grupo no abandonaría el sector del automóvil en 2035.
Para el líder eslovaco, este sector es de vital importancia para su país, ya que supone el 10% del PIB, el 44% de las exportaciones, emplea directamente a 125.000 personas e indirectamente genera otras 220.000 personas empleadas en este sector.
